Elsa Paricio

Dibujar y escribir con cilindros es un modo de vida, pero aquí no se desvelará pues finalmente el resultado es sofisticado y de una fuerte carga estética que no necesita de biografías de quien en realidad puede que no quisiera aparecer como creadora: la persona que causa los dibujos y “escritos”.

En occidente se comenzó a mezclar la tinta con agua para hacer menos engorroso el proceso de uso y aplicación a la superficie tintada. Si se evapora deja una huella indeleble. Si la superficie-contenedor es adecuada esa evaporación dejará estratos. Si el paisaje es el adecuado el resultado se integrará en él. Colocado el recipiente comenzará a recibir influencias de ese paisaje. Pero el paisaje es el clima, el tiempo y no se sabe cuántas cosas, algunas llamadas energías: el agradable y trágico paisaje registrado en los estratos de muchos cilindros llenos de agua y tinta ubicados en muchos lugares por todo el país.

Los dibujantes viajan, los exploradores también, los buscadores de minerales curiosos, de reliquias, los topógrafos, los fotógrafos. Sobretodo los primeros fotógrafos de paisaje viajaban cargados con su pesado equipo e incluso con un grupo de porteadores.

Para colocar la cantidad de cilindros que componen esta obra en diferentes puntos del país y para que comiencen a registrar hay que viajar muchos Km.