Elena Asins y Ode Bertrand

Variaciones geométricas

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Galeria Freijo
Calle de Zurbano, 46 - 28010 Madrid
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Elena Asins (ES, 1940-2015) es considerada una de las pioneras en España en el uso del ordenador en el proceso creativo y la producción de obras en el contexto geométrico, siguiendo los pasos de Vera Molnar en Francia y Manfred Mohr en Alemania.

Asins trabajaba a partir de una ecuación matemática, un algoritmo transferido a un ordenador que le permitía verbalizar su visión artística. El ordenador no es objeto de una fascinación técnica; para la artista, es una herramienta que le permite explorar nuevas combinaciones posibles, abordar nuevos cálculos para crear una serie y extraer formas que respondan a sus criterios plásticos. Si la génesis de cada una de sus creaciones estaba ligada a los números, sin ninguna referencia visual al mundo real, su obra era también un espejo de la personalidad de la artista, alimentada por las matemáticas, la filosofía, la literatura y múltiples viajes para conocer a personalidades como Max Bense en Alemania o Noam Chomsky en Estados Unidos.

Ya sea en pintura, dibujo o escultura, las obras presentadas ofrecen ejemplos de un estado de ánimo creativo, disciplinado y riguroso, ciertamente, con sus propios fundamentos y principios auténticos, y una visión racionalista de la pintura, en términos de signos, símbolos y significado en la tradición de la abstracción pura.

Ode Bertrand (FR, 1930), optó por la abstracción geométrica desde el principio de su carrera como pintora, sin haber tenido un periodo figurativo ni haber probado otros estilos. Su rigurosa obra, realizada con el tiralíneas, está dominada por el más fuerte contraste entre el blanco y el negro, haciendo uso el color en su forma más pura. Se decanta por el blanco y negro, más dócil e inmediato que el color, que exige cierta confrontación y tensiones complejas entre los pigmentos. Y siempre compone en familias, como prefiere llamar a sus series, porque para ella cada obra es un personaje.

Con líneas que se funden en superficies, crea obras potentes y poéticas en las que emergen el espacio, la vibración, la luz y su propio lenguaje pictórico. A menudo rompe la construcción de sus obras para intensificar la tensión del espectador al leerlas.

Ode Bertrand es un tejido meticuloso, un trabajo de paciencia, una labor de hormiga construida en torno a un delicado equilibrio entre orden y desorden. Poner orden en el caos: ése es el reto que ha asumido Ode Bertrand en su creación, una fina partitura con una estética aparentemente sencilla y rigurosa. Perfectamente orquestada, configura espacios inéditos.