Albarrán Cabrera
Ventanas a lo insólito
- placeGalería Elvira González
Calle de los Hermanos Álvarez Quintero, 1 - 28004 Madrid - calendar_todayDel al
- linkhttps://www.elviragonzalez.es
«Ser conscientes de nuestro entorno no es sólo una parte importante de la vida, nuestro entorno y cómo lo interpretamos es la vida tal y como la conocemos».
La Galería Elvira González presenta la segunda exposición de los fotógrafos Albarrán Cabrera en la galería. Anna Cabrera (Sevilla, 1969) y Ángel Albarrán (Barcelona, 1969) trabajan de forma conjunta desde 1996.
«Ventanas a lo insólito» toma su nombre del próximo libro que los autores publicarán en noviembre y que está inspirado en el texto homónimo de Julio Cortázar. En su ensayo, Cortázar reflexiona sobre cómo lo inesperado irrumpe en la fotografía, deslizándose en la imagen sin previo aviso, desafiando la percepción convencional de la realidad. Lo insólito no se fabrica, sino que se revela, transformando la fotografía en un territorio de múltiples lecturas donde lo extraordinario se oculta en lo cotidiano.
La exposición explora esa tensión entre lo visible y lo imprevisto, invitando al espectador a cuestionar lo que ve y a descubrir lo que se esconde más allá de la imagen.
«Todo fotógrafo convencional confía en que sus instantáneas reflejarán lo más fielmente posible la escena escogida su luz, sus personajes y su fondo. A mí me ha ocurrido desear desde siempre lo contrario, que bruscamente la realidad se vea desmentida o enriquecida por la foto, que se deslice en ella el elemento insólito[…]. Después de todo, ¿quién puede estar seguro de la fidelidad de las imágenes sobre el papel?»
Extracto de Cortázar, J. Papeles inesperados, Ed. Alfaguara, 2009, pp. 442-447.
El trabajo de Albarrán Cabrera gira en torno a la relación entre imagen, percepción y memoria, explorando cómo las fotografías pueden activar recuerdos y asociaciones que varían en función del espectador. Su práctica fotográfica se fundamenta en una investigación continua sobre los mecanismos de la percepción visual y la construcción subjetiva de la realidad. Lejos de entender la fotografía como una mera representación de lo real, los autores la conciben como una herramienta de indagación cognitiva y sensorial, capaz de cuestionar los límites entre lo visible y lo imaginado. Esta aproximación se ve reforzada por un riguroso trabajo técnico que incorpora procesos como el platino/paladio, la cianotipia y el uso de materiales como oro, cristal o aluminio. Cada imagen resultante no es sólo un registro visual, sino también un objeto cuya elaboración forma parte integral de su sentido. En este marco, la fotografía se convierte en un medio para examinar las formas en que interpretamos el mundo, y en un espacio para la aparición de significados que trascienden lo inmediato.