Buscando Guanábana ando yo es el título de la exposición que la artista Sol Calero (Caracas,1982) presenta en el Museo CA2M, y que alude a la fruta dulce, de forma acorazonada y corteza verdosa que se produce en lugares de clima tropical de Centroamérica y Sudamérica. La muestra se centra en el concepto de movimiento, y en el hecho de nacer en un lugar y habitar otro. Migrar y ser migrante. Este es el caso de la artista, nacida en Venezuela donde residió hasta los diecisiete años, momento en el que, junto a su familia, se establece en Tenerife para pasar una temporada en Madrid y finalmente asentarse en Berlín, ciudad en la que reside en la actualidad.

Los pasos por distintos países y su condición de inmigrante latina han sido condicionantes para desarrollar un trabajo centrado en el carácter identitario relacionado con los símbolos de la cultura extra portable latinoamericana. Su formalización en esa plasticidad desbordante de color y esa exotización atraviesan toda su producción que se vertebra entorno a algunos intereses concretos que aparecen constantemente en su obra. No es la primera vez que Sol Calero recurre abiertamente a su propia biografía como ya hiciera en Archivos olvidados (2019) una colección de collages y pinturas en homenaje a la memoria de su abuela Luisa Hernández.

El proyecto Buscando Guanábana ando yo, primera muestra individual dedicada a Sol Calero en una institución madrileña, reúne algunas de las principales características de su trabajo como son las construcciones de espacios colectivos en los que se condensan gran parte de su producción e interés por la arquitectura y el diseño; la pintura mural, técnica que utiliza desde el inicio de su trayectoria donde las frutas, la vegetación y los exvotos se convierten en recursos gráficos y simbólicos reiterados.

La artista parte de lecturas abiertas y alusiones directas a la figura del turista y a la idea de perspectiva ante pensar un lugar y descubrir otro, de ahí las relaciones que se establecen, por parte del espectador, a la hora de enfrentarse a muchos de sus trabajos.

La muestra se completa con otros elementos recurrentes en la prácticas de Sol Calero como son el dibujo, la cerámica, los textiles y distintos objetos encontrados alusivos a la cultura popular latinoamericana. De esta forma, la artista reflexiona sobre el poder y la ambigüedad de los signos culturales, los tópicos y las connotaciones que estos símbolos adquieren en un contexto social y político y cómo todo esto afecta a los temas de género e identidad.

Comisariado por Tania Pardo.

Buscando guanabana ando yo

El Museo CA2M presenta la primera muestra individual en una institución madrileña del artista Santiago Sierra. Esta exposición consiste en la compilación y análisis de uno de los recursos más presentes en la práctica de Santiago Sierra (Madrid, España, 1966) a través de toda su carrera artística: la captación de imágenes de personas de cara a la pared, a modo de “retratos” inversos en los que la identidad del sujeto resulta negada o disuelta en la anomia. A partir de esta temática se ha creado un recorrido, compuesto de obras históricas y otras más recientes, que invita a reflexionar sobre cuestiones como la inmigración, la explotación, la exclusión, la devastación colonial o la guerra.

La muestra evidencia la capacidad del artista para insertar en los lenguajes formales del minimalismo, el arte conceptual y la performance de las décadas de 1960 y 1970, un sentido de urgencia por desvelar las redes perversas del poder contemporáneo; un poder que exacerba la alienación humana, transformando al mundo en un lugar de violencia, injusticia y muerte, y que atraviesa la totalidad del territorio hasta penetrar cada cuerpo individual.

La obra de Sierra más allá de una primera lectura de contenido político utiliza procedimientos que cuestionan la violencia del código de relaciones que domina la institución del arte y el sistema productivo en el que se inscribe y propone una mirada global sobre el mundo que habitamos. Más que el alcance de su crítica, o que los recursos formales que utiliza para plantearla, a través de fotografías y vídeos grabados en blanco y negro, reflexiona sobre esa forma de jugar con las condiciones de producción y de expectación. Recordemos su intervención en la Bienal de Venecia de 2003, donde transformó el pabellón español en un manifiesto contra las fronteras al exigir a los visitantes la documentación acreditativa de su nacionalidad española (los “papeles”) para acceder al recinto.

Las obras seleccionadas para esta exposición, muestran que las contradicciones del capitalismo son también efectivas en el espacio del arte, rehuyendo cualquier retórica y todo recurso mistificador y produciendo así una inescapable conciencia de lo real. Como el propio Sierra señala “hay poco margen aquí para la ambigüedad o la imaginación del espectador”. No hay mucho que interpretar. El espectador se siente en cambio interpelado, enfrentado crudamente a su condición de explotador a través de la mirada.

Comisariada por Alexis Callado.

1502 personas de cara a la pared

Los paradigmas hegemónicos, que marcan la visión del mundo que se considera "normal" o "correcta" en un momento y lugar específicos, y que tienen el poder de silenciar o marginalizar otras perspectivas y enfoques, deben ser puestos en entredicho.

Es una cuestión global que afecta a la forma de mirar y tratar al otro, tanto en el pasado como en la actualidad, tanto a escala humana como natural o geográfica. La creencia en relatos únicos ha dejado de tener sentido y se hace evidente la necesidad de revisar la historia y la cultura en relación con los otros. No simplemente incorporar otros relatos en nuestro discurso, sino entender y respetar la existencia de estos otros discursos. Resulta necesaria la actualización de dinámicas de comportamiento hacia un nosotros universal y hacia el planeta, que afectan gravemente a su sostenibilidad. Una preocupación compartida sobre cuestiones estrechamente vinculadas al desequilibrio medioambiental, social y económico, la identidad, la industria alimentaria, el extractivismo, el post-crecimiento, la descolonización, los hidrofeminismos o la democracia de la Tierra.

«Rutas relacionales» se plantea además como un proyecto colectivo que busca repensar el ecosistema del arte empezando por el espacio de la galería y siguiendo por el papel de todos sus agentes. Es una muestra viva y en continua metamorfosis que, desde septiembre de 2024 hasta julio de 2025, presenta las propuestas de cerca de cuarenta artistas, cuyas obras se van sustituyendo periódicamente en las salas para provocar nuevos cruces y diálogos entre ellas. La programación de distintas actividades y acciones en la galería a lo largo de todo el ciclo apuesta por la generación de preguntas más que por la búsqueda de respuestas únicas.

<h4>Artistas</h4>
Ambrossio (Ciudad de México, 1993), Luna Bengoechea (Gran Canaria, 1984), Nino Cais (São Paulo, 1969), Carma Casulá (Barcelona, 1966), Carla Chaim (São Paulo, 1983), Karishma Chugani (Casablanca, 1978), Claudia Claremi (Madrid, 1986), Lizania Cruz (Santo Domingo, 1983), Daniel De La Barra (Lima, 1992), Bárbara Fluxá (1974, Madrid), Jorge García (Toledo, 1977), Yuyo Gardiol (Santa Fe, 1980), Cristina Garrido (Madrid, 1986), Olalla Gómez (Madrid, 1982), Blanca Gracia (Madrid, 1989), Josefina Guilisasti (Santiago de Chile, 1963), Pascal Hachem (Beirut, 1979), Fritzia Irizar (Culiacán, 1977), Jimena Kato (Lima, 1979), Álvaro Laiz (León, 1981), Elena Lavellés (Madrid, 1981), Lecuona y Hernández (Santander / Garachico, Tenerife, 1978), Amanda Legórburu (Caracas, 2000), Lucía Loren (Madrid, 1973), Gloria Luca (Iaşi, Rumanía, 1988), Jenny Marketou (Atenas, 1954), Adriana Marmorek (Bogotá, 1969), Nicole Mazza (Florida, 1989), Cristina Mejías (Jerez de la Frontera, 1986), Clara Montoya (Madrid, 1974), Gloria Oyarzabal (Londres, 1971), Lara Salous (Ramallah, 1988), Estefanía Santiago (Federación, Entre Ríos, 1988), Miguel Sbastida (Madrid, 1989)

Comisario: Javier Martín-Jiménez

Sol Calero

Buscando guanabana ando yo

Santiago Sierra

1502 personas de cara a la pared

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